Saludo Pastoral

Paz en la Tormenta. Es una canción muy especial para mi, la escuche hace muchos años atrás en un momento difícil y después me ha acompañado justamente en aquellos días de tormenta en mi vida, días en que parece que el mundo se va a derrumbar.

Es una canción para reflexionar en que cada prueba siempre tiene una razón de ser, para concluir que Dios no se equivoca y que la prueba permitida siempre será con el propósito de moldear nuestro carácter al de de Dios.

No siempre es fácil, a veces duele, pero cuando se tiene la certeza que el Señor camina junto a nosotros y en nosotros se puede vencer y ver salir el sol después de la tormenta.

No quisiera ser simplista, pero no olviden, amados, que cada prueba, que cada tormenta, que cada día difícil, tiene un “para que” el cual nos llevara a ser un poco mejor como hijos de Dios.

Se cuenta la historia de un hermano argentino llamado Asisclo Rivas, herrero de oficio, que tenía muchos problemas y aflicciones.

Cierto día llegó un amigo no creyente donde este hombre y le dice:
Asisclo, amigo mió, crees en Dios y siempre estás feliz; dime ¿Cómo es que el Dios en el cual crees tan fervorosamente te puede afligir así? El es misericordioso y dices que te ama, ¿por qué te aflige tanto? Francamente, no comprendo cómo puedes cantar en medio de las luchas de tu vida, siempre golpeado y afligido.

-Amigo-contestó don Asisclo- tú no sabes algo importante que yo sé. De la manera que el hierro está en el yunque y también completamente en mis manos, así estoy yo en las manos de mi buen Dios. Tomo un pedazo de hierro, lo pongo en el fuego hasta quedar rojo y entonces sobre el yunque lo golpeo, lo doblo, lo raspo, le doy la forma que quiero hasta convertirlo en un utensilio útil que prestará buenos servicios por mucho tiempo. Y así mi oración a Dios es:”Señor, méteme en el fuego si tú quieres, hazme un objeto útil para servirte, haz conmigo lo que quieras, pero por el amor de mi Salvador, no me eches a la basura.”

Animo y que Dios los revuelque en bendiciones

Pastor Zamorano