Tantos años

lunes, 20 de febrero de 2012

Hay alguien ahi???


miércoles, 14 de octubre de 2009


¡Ocupado, tan ocupado! Ya ha pasado mucho tiempo desde la puesta del sol y aún hay tanto por hacer. Trabajo, familia, iglesia y muchas cosas más, parecen demandar horas, que Dios nunca colocó en el día. Aun así, nosotros los cristianos pensamos que de alguna forma, todos estos logros serán del agrado de nuestro Padre celestial. Después de todo, la fe sin obras es muerta. ¿Cierto?

Al caer por fin sobre nuestras camas en la noche, ¿podemos decir que en realidad hemos pasado algún tiempo con el Padre, que con tantos esfuerzos intentamos complacer?En su libro Unto the Hill (Hacia los montes) , Billy Graham, relata la historia de una pequeña niña y su padre, quienes eran grandes amigos y disfrutaban el tiempo que pasaban juntos. Salían a caminar y compartían la pasión de observar pajaritos, mientras se deleitaban en el cambio de las estaciones y en la experiencia de conocer nuevas personas que se cruzaban en el camino.

Un día, el padre notó un cambio en su hija. Si él salía a caminar, ella se excusaba para no ir. Reconociendo que la chica estaba creciendo, él supuso que era de esperarse que ella perdiera interés en su padre al ir conociendo nuevos amigos. No obstante, su audiencia lo afligió en gran medida.Debido a la ausencia de su hija, él no se encontraba de muy buen ánimo

Durante su cumpleaños, ella le obsequió un par de sandalias elaboradas con exquesitez por ella misma, mientras él daba sus caminatas fuera de la casa.
Por fin, él pudo entender y dijo: Querida mía, me gustan muchas las sandalias, pero en la próxima ocasión cómpralas, y permíteme compartir contigo todos los días. Prefiero tener a mi hija, que cualquier cosa que ella haga para mí.

¿Será posible que nuestro Padre celestial a veces se sienta solo por la falta de compañía de sus hijos? ¿Estamos tan ocupados haciendo lo bueno, que olvidamos, o estamos demasiados agotados, para dedicar tiempo a solas con Él, en el transcurso de nuestro día?

Al ponerse el sol, sal a caminar con tu Padre celestial. Dedica un tiempo de calidad a hablar con Él sobre cualquier cosa. No excluyas ningún aspecto en esa comunicación. ¡Experimentarás dicha, y Él también!

Un arma al alcance de todos: la oración

jueves, 10 de septiembre de 2009

En Francia, durante la Segunda Guerra Mundial, en una aldea donde se escondían hombres de la resistencia, los tres hijos de una familia cristiana habían sido apresados en una redada. Conducidos a la cárcel, interrogados y maltratados, fueron encerrados en la misma celda.

Torturados por el hambre, se arrodillaron y suplicaron al Señor que interviniera a su favor. Apenas terminada su oración, el postigo de la puerta se abrió y un pan de gran tamaño cayó a sus pies.

Aun después de su liberación, los tres jóvenes nunca supieron de dónde vino este pan, o más bien, cuál fue el «instrumento» del que Dios se sirvió para alimentarlos. En un tiempo de hambruna Dios escogió a unos cuervos para llevar pan y carne al profeta Elías (1 Reyes 17).

Cuando todo socorro parece faltarnos, busquemos la liberación junto a Aquel que nos ama y es todopoderoso. Él siempre está dispuesto a escucharnos. La oración es un arma que no se gasta y está al alcance de todos. No nos desalentemos, aun cuando la divina respuesta parezca tardar o se revele contraria a nuestro pedido.Una cristiana decía: –Dios no me dio nada de lo que le pedí, pero todo lo que me dio superó mis esperanzas. Aguardemos con confianza y paciencia las respuestas de Dios.

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7